Wednesday, October 14, 2009

Hace rato no escribía (si, otra vez...) y era porque había perdido la memoria. Me acordé que la había perdido como la perdí otro par de veces antes. Y cuando la encontré, me acordé de todo, de la tristeza, primero siempre, del dolor de mis manos y la razón, por tanto, por la que no volví a escribir. Me quiero lanzar desde tu casa en el aire y no entiendo, si ya me despedì, si di la mano y te di un beso en tu otra mejilla, si dejé ordenado el cuarto y lavé el último plato usado, por qué no me dejas cerrar los ojos y partir, por qué? No me inventes más mentiras, porque ya no son chéveres, no cuando sé que no son mentiras. Déjame ir y si cuentas con un poco de suerte, puedo no soltarte la mano e irme contigo hasta el fondo del abismo, negro, infinito, romántico. Ya me quiero ir, y tanta espera me está despertando el hambre.