Thursday, January 07, 2010

Anoché pinté de rosado y lila el recorrido del agua aquella vez. Tracé el camino que tus manos hicieron sobre mi, perfectas, suaves, buscando pedacitos de escarcha. De rojo, pinté mis labios y de azul mis lágrimas, aquella vez. Y, me compadecí de mi. Y lloré al ritmo del agua, mientras recordaba aquella triste canción de amor, que no voy a mencionar. Con borrador de nata, eliminé todo rastro, olor, recuerdo de ti y de mi y encima pinté las figuras geométricas que dibujaba en clase, entre sumas, restas y sueños imposibles . Cuando ya no estuviste más en las hojas de mi cuaderno de ferrocaril, cerré mis ojos de pestañas cortas y mojadas y dormí.