Sunday, March 28, 2010

Me gusta enredar mis dedos en mi cabello negro. Creo que podría pasar horas trenzándolo en sincronía perfecta, mágica con cada sollozo en mi garganta. Quedará larga como la de las princesas en los cuentos de hadas. En ella, treparán mis más profundos pesares y los tuyos, juntos, hechos uno sólo, para siempre. Con ella ahogaré mi vida, lo que fué y lo que no pudo haber sido porque sí, y cuando quede lista, se la enseñaré también a mamá, para que la deshaga, mientras seca mis lágrimas con sabor a arrepentimiento.