Tuesday, May 29, 2007
Wednesday, May 23, 2007
Te extraño
¿Te acuerdas cuando nos escondimos de todo el mundo para gastarnos la plata en chocolates y, sin reparos, limpiamos nuestras bocas para que nadie se diera cuenta? Te extraño tanto...
¿Te acuerdas de los chismes del fin de semana y de tus lágrimas mientras intentabas explicarme los horrores y el miedo que te daba éste mundo? Te extraño tanto...
¿Te acuerdas de tus predicciones en el amor, una combinación apocalíptica y mágica de la vida, que hoy sé que nunca fallan? Te extraño tanto...
Me acuerdo de la expresión de tus ojos...seria, fría. De esa tímida sonrisa ahogada en un vaso de whisky y de tu beso en mi mano, como a las princesas.
Me acuerdo de que a veces no me acuerdo de ti. Y empiezan a borrarse, impotencia, los cuadrados y los rombos de tus faldas...los colores de tus medias; tu olor de las tres de la tarde; tu silencio....
¿Te acuerdas que nunca te dije que te amaba?
¿Te acuerdas de los chismes del fin de semana y de tus lágrimas mientras intentabas explicarme los horrores y el miedo que te daba éste mundo? Te extraño tanto...
¿Te acuerdas de tus predicciones en el amor, una combinación apocalíptica y mágica de la vida, que hoy sé que nunca fallan? Te extraño tanto...
Me acuerdo de la expresión de tus ojos...seria, fría. De esa tímida sonrisa ahogada en un vaso de whisky y de tu beso en mi mano, como a las princesas.
Me acuerdo de que a veces no me acuerdo de ti. Y empiezan a borrarse, impotencia, los cuadrados y los rombos de tus faldas...los colores de tus medias; tu olor de las tres de la tarde; tu silencio....
¿Te acuerdas que nunca te dije que te amaba?
Sunday, May 20, 2007
I love Coffee
La gente anda chocándose por ahi y muriéndose...Es tan fácil irse...yo no entiendo aún por qué no lo hago. Si es tan sencillo como cerrar los ojos y no volver a abrirlos nunca. Desde hace un año vivo mis días (no como si fueran los últimos, como aconsejan los "expertos") sino con una nostalgia acompañada de café e insomnio. Saber que hoy siento correr tu sangre cada vez que tomo tu mano y que mañana estaré sujetando esa misma mano fría, inerme...muerta. Agua hasta la mitad.
Saber que en las mañanas me duelen los ojos por las lágrimas de la madrugada mezcladas con sueños rotos y que mañana esos mismos ojos estarán cerrados para no volver a ver ni ser vistos jamás. Dos, o bueno, tres cucharadas (es mejor bien cargado).
Saber que hoy no me diste un beso, ni me dijiste que amas; que no te acordaste de tocarme, que te olvidaste de la cerveza en la nevera...y saber que mañana, tu y yo no nos habremos visto nunca. No sabrás que te pedí un beso, que te esperé 101 ovejas en la noche, para que me dijeras que me amabas...que siempre dejaba mi cerveza en la nevera. A fuego lento. La cafetera empieza a sonar (es de las viejas). Ya está listo para servir.
Saber que a pesar de saber, no intento nada. No quiero cambiar nada. Espero, y en una actitud macabra y esacalofriante anticipo tus movimientos y mis lágrimas. Tres cucharadas de azucar. Revuelvo.
I love coffee.
Insomnio.
Saber que en las mañanas me duelen los ojos por las lágrimas de la madrugada mezcladas con sueños rotos y que mañana esos mismos ojos estarán cerrados para no volver a ver ni ser vistos jamás. Dos, o bueno, tres cucharadas (es mejor bien cargado).
Saber que hoy no me diste un beso, ni me dijiste que amas; que no te acordaste de tocarme, que te olvidaste de la cerveza en la nevera...y saber que mañana, tu y yo no nos habremos visto nunca. No sabrás que te pedí un beso, que te esperé 101 ovejas en la noche, para que me dijeras que me amabas...que siempre dejaba mi cerveza en la nevera. A fuego lento. La cafetera empieza a sonar (es de las viejas). Ya está listo para servir.
Saber que a pesar de saber, no intento nada. No quiero cambiar nada. Espero, y en una actitud macabra y esacalofriante anticipo tus movimientos y mis lágrimas. Tres cucharadas de azucar. Revuelvo.
I love coffee.
Insomnio.
Wednesday, May 16, 2007
El corazón de nadie
Hoy me regalaron un corazón. Era rojo y se pegaba al cuerpo. ¿Que quién me lo dió? No lo sé, no sé su nombre, sólo recuerdo de él, su dedo pulgar sucio y perfecto. Me habló y no le entendí nada. Se quedó mirándome y no puede verle la cara. Luego, se volteó, se fue alejando y me dejo con su corazón en mis manos. Cuando me di cuenta quise devólverselo, uno no puede andar sin corazón por ahí...pero no sabía su nombre, no sabía como gritarle. El bus arrancó y desde mi ventana, lo ví caerse lentamente en el suelo.
No podía reponerme y la gente me miraba como si le hubiera arrancado el corazón a alguien. Cerré los ojos y no volví a abrirlos hasta que el bus estuvo practicamente desocupado. Entonces, saqué el corazón de aquel hombre del bolsillo derecho de mi pantalón. Empecé a jugar con él, se pegaba por todo mi cuerpo. Era tan rojo. Tan pequeño.
Luego, me quedé dormida. Dos días seguidos sin cerrar los ojos, buscando estrellas escondidas en el cielo, trae consecuencias. Cuando desperté, busqué el corazón de éste hombre en mi bolsillo izquierdo. No lo sentí. Entonces, lo ví pegado en el suelo.
Me paré de la silla, lo ví desde lejos, estaba en el suelo y le pasaron cuatro mundos y dos más por encima, ahora estaba negro. Arrugado. Roto. No podía dejar de mirarlo. Sangraba. La gente, primero fueron las mujeres de faldas largas y tacones altos, luego los hombres de corbata, empezó a cubrirse la nariz, algunos se desmayaron por la impresión de ver un órgano abandonado y en semejante estado.
Oprimí el timbre. Contuve las lágrimas, porque con tantas ansias de culpables en éstos días, era mejor disimular y no pasar la noche en la cárcel. Llegue a mi casa. Y me encerré en el cuarto. No comí nada.
Desde hoy prometo no aceptar nunca el corazón de nadie.
No podía reponerme y la gente me miraba como si le hubiera arrancado el corazón a alguien. Cerré los ojos y no volví a abrirlos hasta que el bus estuvo practicamente desocupado. Entonces, saqué el corazón de aquel hombre del bolsillo derecho de mi pantalón. Empecé a jugar con él, se pegaba por todo mi cuerpo. Era tan rojo. Tan pequeño.
Luego, me quedé dormida. Dos días seguidos sin cerrar los ojos, buscando estrellas escondidas en el cielo, trae consecuencias. Cuando desperté, busqué el corazón de éste hombre en mi bolsillo izquierdo. No lo sentí. Entonces, lo ví pegado en el suelo.
Me paré de la silla, lo ví desde lejos, estaba en el suelo y le pasaron cuatro mundos y dos más por encima, ahora estaba negro. Arrugado. Roto. No podía dejar de mirarlo. Sangraba. La gente, primero fueron las mujeres de faldas largas y tacones altos, luego los hombres de corbata, empezó a cubrirse la nariz, algunos se desmayaron por la impresión de ver un órgano abandonado y en semejante estado.
Oprimí el timbre. Contuve las lágrimas, porque con tantas ansias de culpables en éstos días, era mejor disimular y no pasar la noche en la cárcel. Llegue a mi casa. Y me encerré en el cuarto. No comí nada.
Desde hoy prometo no aceptar nunca el corazón de nadie.
Monday, May 14, 2007
País con sabor a mierda...
No quiero comer. Todo me produce vómito. En la mañana, el cereal con leche y el ponqué gala. Agua. Dulce con sabor a coñac. No quiero comer más. Luego, pescado, arroz, plátano. El estómago empieza a pesar y con el, el cuerpo, la vida...Luego, sangre y tetas mezcladas con sonrisas y muslos tonificados, provocadores. No quiero más. No me puedo mover. Luego, agua y té con azucar. El corazón empieza a moverse más despacio...(¿por qué carajos no se detiene?) Entonces, empiezo a quedarme dormida, mientras mi estómago se pudre, al compás de mi cabeza que se arruya con las imágenes del televisor. Despierto. Más agua. Más mierda. No quiero comer. Todo me produce vomito. Entonces, prendo el televisor, una vez más.
Sunday, May 13, 2007
Noche de tristeza
Quisiera decirte que soy feliz. Que me basta con tu sonrisa, con mis dos piernas, mis ojos y mi boca....con la leche tibia que me preparas al desayuno y el masaje tierno de tus manos en mi panza...
Con las sábanas frescas en la cama, con tu abrazo en las mañanas...Pero, no puedo. Cada sonrisa mía esconde dos o tres lágrimas, y muchas veces, prefiero no usar ni mis piernas, ni mis ojos ni mi boca...
Y me da mucha tristeza saber que tú no lo sabes...que todo está bien, que todo siempre va a estar bien. Y te sigo abrazando y tomando la leche tibia del desayuno, acariciando tus manos sobre mi...Pero, con el paso de los años me he quedado muda...ya no puedo hablarte. Tal vez, jamás pude. Muda y sorda. No me escucho. Y aunque en sueños siempre te veo gritándome, pegándome, jamás logro escucharte. Tampoco cuando quien grita soy yo...
Con las sábanas frescas en la cama, con tu abrazo en las mañanas...Pero, no puedo. Cada sonrisa mía esconde dos o tres lágrimas, y muchas veces, prefiero no usar ni mis piernas, ni mis ojos ni mi boca...
Y me da mucha tristeza saber que tú no lo sabes...que todo está bien, que todo siempre va a estar bien. Y te sigo abrazando y tomando la leche tibia del desayuno, acariciando tus manos sobre mi...Pero, con el paso de los años me he quedado muda...ya no puedo hablarte. Tal vez, jamás pude. Muda y sorda. No me escucho. Y aunque en sueños siempre te veo gritándome, pegándome, jamás logro escucharte. Tampoco cuando quien grita soy yo...
Sunday, May 06, 2007
Falsa promesa
No puedo dejar de mover mis pies. No te imaginas mi día de hoy...¿Si te conté que de chica bailaba salsa, mientras papá revisaba cada uno de mis movimientos con ojo de cirujano y una que otra sonrisa de orgullo?
No. Recordé también que hace mucho no me daba cuenta del "no". ¿Está siempre ahi? Bueno, así de despistada debo ser...Hoy viajé en el tiempo. Eran las 4:30 de la tarde y tenía 20 años en ese momento. Mi corazón latía despacio, tenía el estomago hinchado por la fría tarde y los pies descalzos como siempre..Cuando el reloj marcó las 4:35 acababa de cumplir 5 años más y cuidaba a mis padres enfermos y recibía una llamada de una de mis hermanas...
No le entendía nada. Tal vez y es cierto que mientras el tiempo avanza, la información se mueve más rapido o yo no sé que mierda era...pero no le entendía nada. Y yo hablaba...hablaba... Con el teléfono en la oreja, me miraba en el reflejo del vidrio del comedor. No entendía tampoco lo que decía. Pero sonaba bien. O por lo menos, eso parecía...luego, el mismo reloj marcó las 4:40 y no pasó nada.
¿Me prometes que me guardas el secreto? ¿Me prometes que no va a importar que sea cinco años mayor que tu? ¿Y que aún así me vas a hacer el amor y a dedicar malas canciones? ¿Me lo prometes?
No. Recordé también que hace mucho no me daba cuenta del "no". ¿Está siempre ahi? Bueno, así de despistada debo ser...Hoy viajé en el tiempo. Eran las 4:30 de la tarde y tenía 20 años en ese momento. Mi corazón latía despacio, tenía el estomago hinchado por la fría tarde y los pies descalzos como siempre..Cuando el reloj marcó las 4:35 acababa de cumplir 5 años más y cuidaba a mis padres enfermos y recibía una llamada de una de mis hermanas...
No le entendía nada. Tal vez y es cierto que mientras el tiempo avanza, la información se mueve más rapido o yo no sé que mierda era...pero no le entendía nada. Y yo hablaba...hablaba... Con el teléfono en la oreja, me miraba en el reflejo del vidrio del comedor. No entendía tampoco lo que decía. Pero sonaba bien. O por lo menos, eso parecía...luego, el mismo reloj marcó las 4:40 y no pasó nada.
¿Me prometes que me guardas el secreto? ¿Me prometes que no va a importar que sea cinco años mayor que tu? ¿Y que aún así me vas a hacer el amor y a dedicar malas canciones? ¿Me lo prometes?
Thursday, May 03, 2007
Cosas que me ayudan...
El silencio en el apartamento.
El movimiento cero.
El vaso de leche y el bocadillo, a escondidas, en la madrugada.
Mis palabras en el espejo.
Los cinco minutos más de sueño.
El grito de placer de ella...
Tu abrazo y tu beso
La angustia, el desespero.
Las ocho de la noche...mientras te espero...
El vidrio empañado cuando salgo del baño y los mismos corazones rotos.
Sus favores, sus recuerdos.
Los movimientos de mi cuerpo...
Tus palabras...tu agradecimiento..
El revólver, tu mirada de miedo..
Tu sangre...tu mejilla fría y mi beso.
El movimiento cero.
El vaso de leche y el bocadillo, a escondidas, en la madrugada.
Mis palabras en el espejo.
Los cinco minutos más de sueño.
El grito de placer de ella...
Tu abrazo y tu beso
La angustia, el desespero.
Las ocho de la noche...mientras te espero...
El vidrio empañado cuando salgo del baño y los mismos corazones rotos.
Sus favores, sus recuerdos.
Los movimientos de mi cuerpo...
Tus palabras...tu agradecimiento..
El revólver, tu mirada de miedo..
Tu sangre...tu mejilla fría y mi beso.
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