Tantos días tristes y la esperanza de mi madre por volverme a ver "bien". Ayer fui una chica mala y lo olvidé todo. No di el beso de despedida, ni tendí la cama. No tuve malos pensamientos ni corté mis manos con los pedacitos del espejo roto. Ese mismo que puesto al sol iluminaba de colores esa pared tan vieja ya...tan de porquería.
Ayer fui una chica tan mala que dormí boca abajo, abrazando la almohada, esperando ahogarme, esperando decir adiós con ese último soplo de dolor. No saludé al portero y tampoco pagué el bus. No le dije a nadie que me quiero ir, que ya no estoy. No le pregunté a la suerte por si sería hoy mi último día, ni por si te conocería, otra vez.
Ayer fui una chica mala y tal vez sí me arrepiento. No lloré por mi padre ni por mi madre. No me compadecí de sus tristezas. No me compadecí de mí.
Acuérdate de fimar cada carta. De cerrar las ventanas y de decirme adiós cada vez que te vayas.