Friday, March 07, 2008

Un regalo

Apenas le dije "Gracias", corrí como loca hasta mi habitación para romper la bolsa rosa que cubría al paquete rectangular. No me pude contener y, a pesar de los esfuerzos, mis manos descontroladas se fueron lanza en ristre contra el papel (otro más, ya estoy por pensar que las empacadoras de regalos lo hacen aposta como protesta anticipada a las salvajadas que se cometen contra sus obras de arte) por la emoción que causa un regalo entregado de las manos de un padre. Lo tomé en mis manos y lo olí. Es lo primero que hago siempre con los libros. Aspiré las 258 hojas y me tumbé en la cama pensando que tal vez sí, éxiste la esperanza.

Padre, lo que nunca te terminé de decir, "Te amo."