Hoy empiezo a esperarte. Y éstas palabras y toda las ridiculeces que alcance a escribir, serán la bitácora de nuestras conversaciones de papel. Todo está muerto, ya lo sé. Pero, hoy empiezo a esperar en vano, el beso y el choco break.
Cuando leas por primera vez éstas cartas, te sorprenderás por el olor a guardado de las palabras. Y es que desde la última vez que no nos vimos, prometimos decirnos todo. Y aunque ese día, escogiste mirar al suelo y dar la media vuelta más larga de tu vida, yo cumpliré nuestra promesa.
Y así, cuando nos veamos de nuevo, tendrás mi vida, por adelantado. Habrás pasado conmigo una hora todos los días. Y reconocerás cada lunar escondido de mi cuerpo, cada maña de mal gusto y el olor de mi cuerpo.
¿Sabías que me gustan los boleros y el tango?