Monday, April 09, 2007

Ese día...

Que los vuelva a cumplir hasta el año sin fin. ¿Viste que la gente celebra con regalos y tortas de cuento de hadas los cumpleaños de sus seres queridos? Y bueno...yo empecé a contar los días que me faltan...y ya son sólo tres...

¿Para qué los cuento? Éste año es casi exactamente el mismo que el pasado y el antepasado. ¿Qué voy a pedir entonces cuando sople las velitas? Ese es el mejor momento. Porque todo está tan oscuro. Nadie ve mi rostro testarudo que aún insiste en pedir lo mismo cada año. Pediré por mamá, por papá, por mi familia, (bueno si no se me olvida otra vez, por la paz del mundo), y porque éste sea el último año.

Bueno, tal vez no alcance a pedir tantas cosas. Porque desde pequeña siempre he compartido la torta con mi hermana y así como yo, ella también tiene derecho a sus velitas y a sus deseos. Pediré porque se le cumplan a ella todos los deseos. Porque los míos no se cumplan y porque nadie se de cuenta.

Ese día cepillaré mi cabello y pintaré mis labios. Me sentaré en el sillón blanco del living room y haré que suene el teléfono. Serás tú. Y me invitarás a tomar un café. No sabrás que es mi día de cumpleaños y aún así me regalarás una flor de las amarillitas que venden en la esquina de la calle 53. Nos despediremos con un beso.

Y en casa, de nuevo, me miraré al espejo y retiraré el color rojo de los labios. Derramaré algunas lágrimas mientras te veo y me veo en el reflejo. Y murmuraré, en silencio, Que los vuelva a cumplir hasta el año sin fin...