Thursday, April 19, 2007

Te avisaré pronto si nos vamos...

Me quiero ir. Y tengo miedo por querer irme. Mucho miedo. Nunca estuve sola. Vine al mundo, literalmente, de la mano de mi hermana. Cuando tenía miedo, ella dormía cerca mío. Y si no estaba ella, estaban papá, mamá, el televisor. Cuando ellos me faltaron, la luz siempre estuvo encendida y la puerta cerrada. Hoy, miro la puerta entreabierta y la luz apagada y un frío me congela el alma.

Tienes que saber que siempre fui una nena consentida. Lloraba por todo. Pasé penas horribles, como que mi hermana (mucho más pequeña que yo) me defendiera en el colegio, de profesoras regordetas y amargadas, de exámenes en cero, de rodillas raspadas, de un triste tercer lugar o último puesto.

Y no sé. Tengo miedo de dejarlos. De dejar atrás los mejores y los peores momentos de mi vida. Miedo de dejarlos atrás para siempre. Miedo y deseo. Ganas incontrolables por conocer lo que aún no conozco. Excitación. Placer. ¿Por qué mientras mis ojos derraman lágrimas inconsolables, mis labios dibujan ésta sonrisa inocente de placer?

¿Vas a despedirme al aeropuerto? ¿O te vas a ir conmigo para siempre?