Hace rato te había olvidado...
Borré de mi memoria, las marcas en tu mano pidiéndome ayuda. Tu miedo.
Me distraje con el sonido de la avenida y las palabras. Me enamoré de la esperanza..y la inyecté en mis brazos todos los días...
Estaba tan lejos, que no volví a escucharte y lo permití...Te confieso que volví a tomar café y fui a cine dos veces.
Pero hoy recordé tu miedo. Mis manos, desde entonces, permanecen dormidas y frías...tan frías... Te pienso, te lloro, me hago daño.
Prometí no volver a dormir, mientras tú, en la lejanía, estás despierto. Prometí no volver a vivir, mientras tú hace cinco años estás muerto.
Perdóname.