¿De mi vida en éstos días? Nada...Días de alegría, decepción, tristeza, mucha tristeza. Si Mamá y papá no se quisieran, a veces pienso, papá no la buscaría en todos los rincones de la casa, para decirle que por su culpa va tarde otra vez y ella, no esperaría pacientemente el portazo de siempre para correr hasta la ventana y sin ser vista, despedirse de él, trás la cortina.
Récuerdame no volver a hablar sobre mis padres. Es aburrido.