Wednesday, March 14, 2007

Gracias, masoquismo.

Odio los lunes y los miércoles. El paseo que me toca dar desde el sur de la ciudad, hasta su extremo más opuesto (en todos los sentidos) me afecta a tal punto que no puedo hacer nada más que escribir...y pensar...y escribir...

Soy de estrato tres...clase media..MEDIA..vivo en un apartamento modesto que desde afuera parece una cárcel, pero que por dentro esconde una que otra maravilla. Mis padres se han jodido toda la vida por comprar un apartamento propio y por eso, desde pequeña aprendí que la "cárcel" en realidad, es un paraíso.

Pero, entre lunes y miércoles, viajo (cual Gulliver) a ese otro mundo...Y una vez allí (de gente bonita, piel clara, rubia y esbelta; todo...bueno, casi todo, lo contrario a mi) se me revuelve mi vida, mi historia, mis slógans, mis epitafios...No comparto casi ningun chiste, ni ninguna tienda de ropa, restaurante, esquina, calle...Por eso, nunca hablo. No digo nada..más bien, camino. Y cuando camino, observo. Y no te alcanzas a imaginar lo divertido que resulta. ¿Si te había dicho que alguna vez estaría en dos lugares al mismo tiempo? Pues bueno...es más o menos eso...Los caminos en Bogotá se bifurcan y en dos minutos (el bus suele tardar un poco más en pasar) estoy de nuevo en el sur..con los olores, colores, rostros con los que crecí...Y mis ojos se estacionan en el espejo retrovisor del conductor del bus, y allí me veo...en un sinlugar, a falta de referentes y etiquetas...y entonces, vuelvo a pensar en ti...

Tal vez por eso, me convenzo de lo equivocada que estoy contigo. Tu eres de allá, yo soy de acá. Tu jamás vendrías para acá, y yo, aunque trate, no podré estar allá. Entonces, cierro los ojos y me convenzo una vez más...toco el timbre y con presición, salto del bus y piso el suelo que reconozco desde pequeña, el que pinté con colores rojos y verdes para no perderme nunca...pero por tu culpa alrededor de las seis de la tarde, se torna gris y lunes y miércoles, muy atrevidamente, se convierten en los dias que despiertan en mi, la unica ilusión masoquista que me mantiene viva..la misma de poder estar un poquito cerquita (y a la vez, lejos) de ti.