Friday, March 30, 2007

Mi secreto

Ayer, cuando eran las dos de la mañana, apagué el televisor (siempre soy la última en acostarse), la luz de la sala, la luz del baño y del corredor. Cerré la puerta de la habitación y en la oscuridad, sin necesidad de cerrar mis ojos, lloré. Y lloré un buen rato. ¿Si te había dicho que me gusta llorar con los ojos abiertos?

Me acuerdo que cuando era pequeña lloraba por todo. Mi hermana siempre fue más fuerte que yo y me sentía incómoda cuando me defendía porque yo era más grande y alta que ella, a pesar de tener su misma edad. Sentía verguenza, pero me sentía protegida. Protegida y blindada ante el dolor, la muerte, por alguien 10 cm más pequeña que yo... (y es que 10 cms son 10 cms).

Y me acostumbré a no sufrir. Pero cuando tenía 15 años descubrí que ella no estaba más. Y volví a llorar. Pero, jamás ante los ojos de ella. Sólo en la oscuridad. Mi hermana (todavía diez centímentros más pequeña que yo) escucha en sus sueños mis sollozos, otras veces, me escucha cuando está despierta y cree que no me doy cuenta....Entonces, con la almohada acaricio mi boca que tiembla al compás de cada una de las lágrimas que caen por mi rostro y entre cada bocanada de aire, mantego bien abiertos los ojos, porque cuando tenía diez años, ella me dijo "No cierres los ojos, la profesora pensará que acabas de bostezar..."

Diez años después, mi hermana es la única persona que sabe que bostezo antes de acostarme.